¿ Qué hacer para fomentar la autoestima de nuestros hijos ?
La influencia sobre aquellos con quien convivimos es innegable, sobre todo para nuestros hijos para los cuales somos especialmente significativos.
Como padres albergamos una serie de expectativas y esperanzas acerca de lo que son o van a ser nuestros hijos y que pueden o no convertirse en realidad; las expectativas que una persona concibe sobre el comportamiento de otra puede convertirse en «una profecía de cumplimiento inducido», es lo que se conoce como EFECTO PIGMALIÓN.
Los padres son para sus hijos espejos psicológicos a partir de los cuales ellos van construyendo su propia imagen.
Desde que nace, el niño únicamente con su material genético y con las experiencias que vive en su día a día y su interacción con los demás se construye una plantilla de vida.
El hijo se mira en sus padres y va aprendiendo lo que vale por lo que siente que ellos le valoran, los niños están preparados para procesar de una forma muy habilidosa cualquier cosa que le quieras comunicar aún sin pretenderlo ya que ciertas expectativas que pudieran ser negativas, como padres podemos trasladárselas a través de gestos o palabras.
De esta forma si como padre crees que tu hijo es «un torpe» no es de extrañar que finalmente tu hijo acabe comportándose torpemente.
Por el contrario si confías en la capacidad de tu hijo para mejorar y superarse, ese sentir le proporcionará la confianza y seguridad necesaria para hacerlo.
Alentar sin caer en el error de alabar es lo que provocará que tu hijo asimile positivamente tu mensaje.
¿CÓMO DIFERENCIAR LA ALABANZA DEL ALIENTO?
Es dífícil al principio diferenciar una de otra ya que estamos acostumbrados a tomar como válidos algunos mensajes rescatadores y de elogio, lo más significativo es que la alabanza enseña al niño a ser juzgado por otros, es la muerte dulce de la voluntad y deja sobre nosotros la evaluación del acto o el comportamiento, sin embargo al alentar lo que hacemos es centrarnos en el proceso y no en el resultado de modo que evitamos que el niño sea adicto a la aprobación, empoderandole y permitiendole su autoevaluación.
¿QUÉ FACTORES INFLUYEN EN FOMENTAR LA AUTOESTIMA ?
EL LENGUAJE CORPORAL O LENGUAJE NO VERBAL
El lenguaje de las miradas, de las caricias, del tono de voz, de los Silencios, las ausencias, los gritos, las caras largas…
EXPERIENCIAS DEL NIÑO
Hay que aportar al niño las suficientes interacciones con el mundo que le rodea de modo que vaya conquistando y descubriendo por su propio esfuerzo, en la medida de sus posibilidades y respetando su naturaleza y edad ,de forma que se sienta capaz y no haciendo por él lo que puede hacer por sus propios medios. Así aprenderá a valorarse y tomará conciencia de sus recursos, de sus fortalezas y de sus debilidades.
EL LENGUAJE VERBAL
Parece obvio que no basta con quererles tienen que sentirse amados y queridos y para ello los actos son imprescindibles, pero las palabras también, con ellas podemos conseguir reforzar o debilitar la autoestima del niño, antes de corregir es imprescindible conectar con ellos, sin descalificaciones, que el niño sepa que los errores son oportunidades para aprender y que sus actos o comportamiento no le definen.
Y por último y lo más importante ser COHERENTES entre lo que decimos, pensamos y hacemos, nuestras palabras pueden ser alentadoras pero nuestro comportamiento gestual puede no acompañar.
¿QUÉ HACER PARA FOMENTAR LA AUTOESTIMA?
No basta entonces con querer a los hijos, es necesario que ellos se sientan queridos y valorados.
Expresarselo verbal y no verbalmente, alentarles en sus comportamientos adecuados y conectar con ellos para corregirles con amabilidad y firmeza , no confundiendo los errores que puedan cometer con características de su personalidad.
Confiar y creer en sus capacidades, alentarles para que se propongan metas y así se sientan capaces respetando siempre su nivel de maduración, que experimenten éxitos y fracasos.
Alentar sin llegar a la alabanza de manera que no le acostumbremos a la dependencia a la aprobación para que valore las críticas constructivas de manera positiva.
No proyectar en ellos nuestras expectativas, miedos, inseguridades o experiencias negativas y aceptarles tal como son, acompañándoles en el transitar de la vida, podemos aconsejarles sin trasladarles nuestras creencias limitantes( no te fíes de nadie, nadie te va a ayudar…), como siempre digo » hay que pasar el duelo de nuestras expectativas».
Crear un ambiente en nuestro hogar en el que se den las siguientes características:
LIBERTAD DE EQUIVOCARSE dejando que asuma decisiones y consecuencias.
DISCIPLINA POSITIVA en el que haya una cordialidad y amabilidad a la vez que firmeza ya que la permisividad es igualmente irrespetuosa y limitante que el autoritarismo.
RESPETO que se traducirá en autorespeto y respeto de tu hijo hacia los demás.
ACEPTACIÓN de las fortalezas y debilidades de tu hijo.
Para recibir información de recursos gratuitos y más información sobre cómo educar con respeto visita mi web y suscríbete en www.padresayudandoapadres.com
Carmen Fernández Rivas
Educadora Certificada en Disciplina Positiva para Padres y en el Aula (CPDPE) & (CPDCE) por la Positive Discipline Association EE.UU.
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