ESTILOS DE PARENTALIDAD Y LIMITES RESPETUOSOS
Ser padres implica poder marcarles a nuestros hijos los límites y normas sociales a partir del propio ejemplo. Aquí verás algunos consejos sobre cómo manejarte a la hora de establecer pautas de comportamiento.
Los niños aprenden de cinco formas:
- Observación: Los niños incorporan de lo que ven en el mundo que los rodea. Todo lo que los padres decimos o hacemos provee de ejemplos a seguir por nuestros hijos.
- Resultados de sus conductas: El impacto de su propia conducta es una lección valiosa en un niño. Puede guiarlo a reconocer lo que puede y/o debe repetir y lo que no. Más importante aún, la reacción de los padres y maestros ante la conducta puede ayudar a los chicos a ver la lección que representa su conducta.
- Instrucción: Los niños necesitan saber desesperadamente cuáles son las conductas aceptables. No llegan a este mundo con ese tipo de conocimiento, denominado habilidades sociales. Por esto, necesitan de una buena instrucción para aprender reglas y límites.
- Reforzamiento positivo: Cuando se comportan de forma adecuada es importante agradecerles y reforzarles esa conducta.
Cuanto más se refuercen los modos positivos más probable será que los repitan. - Proceso de pensamiento: Es la reacción después de un incidente. Durante estos momentos de pensamiento el niño procesa qué pasó durante el incidente y reflexiona sobre lo sucedido. Si su autoestima es positiva, y con un buen asesoramiento de sus padres, el niño puede tomar decisiones remarcablemente buenas.
Los padres enseñamos de diez formas:
- Reprimendas y/o sermones: Usados en forma inapropiada son una manera de comunicación parental unidireccional con un tono y un lenguaje condescendiente. Empleando la manera correcta se puede instruir al niño/a, pero se requiere de creatividad para asegurarse que él-ella nos están escuchando.
- Retroalimentación: Consiste en comentarios ofrecidos a un niño/a por el padre o la madre después de un incidente. Estos pueden ser sugerencias de cómo manejar de una forma diferente la situación en el futuro.
- Consecuencias: Son los resultados directos de la conducta de un niño cuando un adulto no interviene. El niño se enfrenta con las derivaciones de su conducta y aprende de ellas.
- Reglas: Establecerlas facilita cumplir las responsabilidades parentales (asegurar la seguridad de su hijo, enseñar responsabilidad y respetar los derechos de los otros).
- Acuerdos – convenios: Muchas veces el secreto para lograr la cooperación del niño es explicarle qué es lo que el adulto necesita, para luego llegar a un acuerdo sobre los detalles (ordenar los juguetes, ayudar con las tareas de la casa y un laaaaaargo etc.).
- Ejemplo viviente: Los padres somos ejemplos vivientes para nuestros hijos. Por lo tanto, asegúrese de que está mostrando el modelo de lo que quiere que sus hijos hagan.
- Hacer preguntas: Esto permite que desarrollen la capacidad de resolver problemas y fortalece su confianza (¿Qué piensas sobre…? ¿Qué harías…?).
- Entrenador: Esto le agrega a la pregunta dos cosas: decirle a su hijo qué es lo que usted ve y ofrecerle ayuda. Esta triada es un poderoso elemento de parentalidad.
- Viviendo en voz alta: Aquí usted busca oportunidades de dar ejemplos narrando lo que está haciendo. Por ejemplo, está viendo televisión y su hijo está jugando en la misma habitación. Quiere que él comprenda que la tele no es lo único en la vida y que debe ser limitada. Por lo tanto, cuando la apaga dice en voz alta: “Es suficiente televisión para mí por hoy”.
- Logros: La última forma de enseñar es a través del ejemplo de nuestras acciones y logros individuales que les hablarán a los niños durante años. Es más que vivir por el ejemplo. Es acerca de lo que los padres creamos para influenciar a otras personas sobre cómo hacer para que el mundo sea un lugar mejor.
Seis reglas irrefutables sobre los niños:
- Viven sólo el momento: Lo que están haciendo en ese instante es su mundo entero.
Lo que los adultos podemos hacer:
– Establecer reglas antes de comenzar cada actividad.
– Explicarle qué hay para el niño/a en la próxima actividad.
- No les importa absolutamente nada el orden y la limpieza: A los padres nos vuelve locos cuando nuestros hijos no ordenan sus juguetes al terminar de jugar.
Lo que los adultos podemos hacer:
– Establecer reglas y convenios antes de comenzar cada actividad.
- Se frustran MUY fácilmente: Las causas de rabietas suelen ser copias de las conductas de sus padres.
Lo que los adultos podemos hacer:
– Ayudarlos a identificar cuál es la causa de su frustración.
– Responder con tranquilidad.
– Evitar aceptar sus demandas rompiendo un límite.
- Aprenden probando nuestros límites.
Lo que los adultos podemos hacer:
– Poner límites claros y consistentes para luego mantenerlos.
– Crear consecuencias que estén relacionadas con la infracción.
– Reaccionar racionalmente y en silencio (Nada de “¡No usás más la Play en seis semanas!”).
- Necesitan sentirse poderosos.
Lo que los adultos podemos hacer:
– Proveerles formas adecuadas para que se sientan poderosos.
- No siempre les gusta su amigo/a o su hermano/a: Cuando un niño/a comienza a pelear con su amigo/a es un mensaje claro de que ya ha tenido suficiente tiempo con él/ella.
Lo que los adultos podemos hacer:
– Enseñar a compartir por el ejemplo.
– Asegurarse de que las relaciones que rodean al niño demuestran bondad.
– Regular los tiempos.
Enseñando límites
Los límites son herramientas de aprendizaje críticas para los niños. Aquí van tres sugerencias simples para implementar de forma inmediata.
- Reglas de la casa: TODOS los niños necesitan límites como modelos para aprender. Un buen comienzo involucra implementar reglas generales en la casa: saludarse, normas para el uso de aparatos electrónicos y teléfonos, hora de acostarse, etc.
– Escríbalas en una lista y todos deben firmarla. Se debe colocar en un lugar visible de la casa como, por ejemplo, el frigorífico.
- Quehaceres de la casa: Se les puede asignar a los niños trabajos para ayudar en la casa. ¡Nada grave les sucederá! No hay descrita ninguna enfermedad pediátrica relacionada con esta actividad. Les enseña responsabilidad y conductas aceptables.
– Hacer la cama, poner la mesa, ordenar la ropa, separar la ropa sucia, doblar las toallas, darle de comer al perro, etc, etc, etc.
- Limitar el entretenimiento digital: Hay que ponerle límites a la exposición de los niños a la televisión, el ordenador, los videojuegos, el móvil, etc.
Un consejo: una hora de lunes a viernes y dos horas el fin de semana. Esto les enseñará moderación en el entretenimiento.
– El uso de aparatos digitales no es un derecho sino un privilegio.
Fuente: Asociación Educar
Dr. Roberto Rosler
Neurocirujano. Director del Laboratorio de Neurociencias y Educación de Asociación Educar
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