El aprendizaje es mucho más fácil cuando sabemos cómo se desarrolla el cerebro y cómo aprendemos.
La neuroeducación:
Los niños con el adecuado entrenamiento pueden llegar a generar nuevos circuitos neuronales gracias a la plasticidad cerebral.
Como padres y educadores hemos de tener presente que para que este proceso se de en condiciones óptimas se ha de tener en cuenta.
Existen un conjunto de terapias y disciplinas encaminadas a la superación de problemas tanto emocionales como educativos y que han sido probados científicamente.
La ejercitación de alguna de estas dinámicas según cada caso particular ayuda a muchos niños a superar o mejorar problemas de aprendizaje.
Por otro lado el conocimiento del comportamiento cerebral en cada etapa del niño nos ayuda a los adultos a comprender sus ritmos y conductas.
“NO APRENDEMOS PORQUE SOMOS MUY INTELIGENTES, SINO QUE NOS HACEMOS MUY INTELIGENTES CUANDO APRENDEMOS”