
Los efectos del lenguaje positivo en los niños y niñas
«El Poder de Las Palabras: Pronuncia lo que quieres y te llegará lo que buscas.
Tus palabras guardan magia…»
El cuidado en el uso de nuestro lenguaje es una herramienta poderosísima para condicionar nuestros resultados en la vida, de la misma manera que observar como habla una persona, nos está dando muchas pistas sobre su sistema de creencias, muchas veces asentado a nivel subconsciente, el arte de la comunicación implica dominar tres aspectos: lo que decimos (palabras), como lo decimos (tono, etc.) y como actuamos (expresión corporal y facial). Hoy solo quiero centrarme en lo que decimos, en nuestras palabras, en como hablamos, en definitiva, en el uso que hacemos de nuestro lenguaje.
Nos dedicamos a quejarnos y a decir lo que no queremos, y es entonces cuando nuestro cerebro se enfoca, precisamente en eso (en lo que no queremos) y abandona cualquier opción de centrarse en lo que realmente deseamos, perdiendo así muchos de los recursos que tenemos y podríamos utilizar para alcanzar nuestros deseos. Así de simple.
Neurológicamente, nuestro cerebro tiene unos mecanismos de funcionamiento muy claros, por ejemplo, no entiende los mensajes en negativo.
¿Realmente el niño deja de hacer lo que le pedimos que no hiciera? algunas veces sí, la mayoría de veces no.
Cada vez que decimos “no hagas eso”, estamos provocando, justamente, que aquello que no queremos que realice lo haga ¿Cómo puede suceder esto?
La teoría del Dr. Milton H. Erickson acerca de la utilización del “No” nos explica al respecto, si ahora mismo te sugiero que ”no pienses en un elefante rosa ” o “no veas las nubes amarillas”; de pronto si te pregunto ¿en qué has pensado? seguramente me dirás que en un elefante rosa y luego en nubes amarillas, por más increíble que estos ejemplos sean.
Primero has tenido que “pensar” en la idea propuesta, es decir, has tenido que representar mentalmente la imagen que te permite comprender el significado de la frase leída para poder negarla.
De este modo, cuando advertimos a nuestros hijos
Cuando le demos un consejo, orden o sugerencia al niño es mejor que sea en lenguaje positivo, reemplacemos el
Cambiando el lenguaje, expresas lo mismo.
Puedes guardar el NO para algo realmente importante, algo que suponga un peligro para tu hijo, como cruzar la calle sin ir de la mano, o asomarse a la ventana y para el resto de las cosas utilizar fórmulas positivas.
“No” es una palabra cargada de poder, rápida en los labios, fácil de decir.
Tu hijo oirá esa palabra con mucha frecuencia, y tú la oirás de tu hijo también con frecuencia.
«Es necesario para un padre decir no a un niño, de forma que más tarde el niño pueda decirse no a sí mismo».
Todos los niños y algunos adultos tienen dificultad para retrasar la gratificación. “Lo quiero ahora” es un deseo guía para los niños pequeños. Aprender a aceptar el no de otra persona es un preámbulo a aprender a decirse no a sí mismo.
Los niños menores de 3 años no entienden la palabra “no” del modo en que la mayor parte de los padres piensan que lo hacen (y un entendimiento completo de lo que la palabra “no” significa no sucede mágicamente al cumplir 3 años, sino que conlleva un proceso). “NO” es un concepto abstracto que está en directa oposición a las necesidades de los niños pequeños en cuanto a exploración de su entorno y desarrollo de su sentido de la autonomía e iniciativa.
Un niño puede saber que no quieres que haga alguna cosa. Puede incluso saber que tendrás una reacción de enfado si lo hace. Pero en cualquier caso, no entiende porque, en la forma en que los adultos piensan que lo hace. ¿Por qué otro motivo miraría un niño a su padre antes de hacer algo que sabe que no debe hacer, sonreír, y hacerlo igualmente?
De los dos a los 6 años se desarrolla el sentido de iniciativa versus culpa. Esto significa que es su “deber” en el plano del desarrollo, explorar y experimentar. ¿Puedes imaginarte lo confuso que es para un niño ser castigado por algo que está programado para hacer? Se enfrentan con un dilema real (a nivel subconsciente): ¿obedezco a mi padre o a mi madre o a mi instinto biológico de desarrollar mi autonomía e iniciativa explorando y experimentando en mi mundo?
Que esto sean etapas del desarrollo no quiere decir que a un niño deba permitírsele hacer cualquier cosa que se le ocurra. Y tampoco desterrar el No de nuestra comunicación. Pero cualquier método que intenta ganar cooperación debe ser amable y firme al mismo tiempo, en lugar de controlador y punitivo.
Este es un momento de la vida en que la personalidad de tu hijo está en formación, y deseas que tu hijo sea capaz de tomar decisiones sobre si mismo y decir “soy competente, puedo hacer intentos y cometer errores y aprender, porque soy amado y soy una buena persona”. Si te sientes tentado a enseñar a tu hijo a través de la culpa, la vergüenza y el castigo, estarás creando una situación de desaliento que será muy difícil de superar en la edad adulta.
El poder de tus palabras y que condicionan la crianza con tu hijo o hija, puedes ejercerlo sobre ti, cuando te mandes mensajes hazlo de manera positiva, esto formará parte de tu autocuidado que es imprescindible para mantener una relación armoniosa, si quieres lee este artículo en el que hablo de ello.
Para ayudar a un niño a desarrollar autonomía en lugar de dudas y vergüenza invita a cooperar, a continuación te doy unos tips:
- Si estás gritando, chillando o dando discursos, deténte. Todos estos métodos son irrespetuosos y animan a la aparición de dudas, vergüenza y culpa en el futuro.
- En lugar de decirle a tu hijo lo que tiene que hacer, encuentra maneras de involucrarle en la decisión, de modo que él o ella adquiera un sentido del propio poder y autonomía. ¿Qué nos toca hacer ahora? (para niños preverbales “ahora nosotros haremos….” mostrándote amable y firme).
- Se respetuoso cuando hagas peticiones: no espere que un niño haga algo “ahora mismo” cuando estés interrumpiendo algo que está haciendo. Pregunta:” ¿te vendría bien hacer…..en cinco o diez minutos?” Incluso aunque te parezca que un niño pequeño no puede entender lo que estás diciendo, estás entrenándote a ti mismo para ser respetuoso con él, dándole opciones y no órdenes. Otra opción que puedes usar es la de anticiparte: en cinco minutos tenemos que marcharnos ¿Qué es lo último que quieres hacer?
- Lleva contigo un pequeño temporizador o reloj y permite que tu hijo te ayude a programarlo para sonar en uno dos o cinco minutos, y déjale que lleve el temporizador con él de modo que pueda estar preparado cuando el tiempo se termine.
- Dale una opción que requiera de su colaboración: «será el momento de irse cuando yo cuente hasta 20». ¿Quieres llevar mi bolso hasta el coche o prefieres llevar las llaves y ayudarme a abrirlo? O bien ¿Cuándo lleguemos a casa que haremos en primer lugar, poner la comida en el frigorífico o leer un cuento?
- Los niños preverbales pueden necesitar tan solo supervisión, distracción y reconducción: en otras palabras: menos hablar y mas acción. Con tranquilidad coge al niño de la mano y condúcele a donde tiene-necesita ir. Muéstrale lo que si puede hacer en lugar de insistir en lo que no puede hacer.
- Utiliza tu sentido del humor: «aquí viene el monstruo de las cosquillas para atacar a los niños que no escuchan».
- Muestra empatia cuando llora o tiene una rabieta a causa de una frustración por su falta de habilidad. Empatía no significa rescate, significa comprensión. Dale un abrazo y díle: «estas realmente triste ahora, yo sé que tú quieres quedarte y es hora de irnos». Acompaña entonces a tu hijo mientras llora, y déjale tener sus sentimientos antes de cambiar de actividad.
- Los niños son capaces de percibir cuando los padres estamos decididos a actuar y cuando no. No digas nada que no estés absolutamente seguro de llevar a cabo y sé capaz de decirlo de forma respetuosa. A continuación llévalo a cabo con dignidad y respeto e intenta usar las menos palabras posibles o incluso ninguna. De nuevo esto significa redirigir al niño enseñándole lo que si puede hacer en lugar de castigarle por hacer lo que no puede hacer.
- Establece una rutina para cada acción que se repita a diario: levantarse, desayunar, ir de compras, acostarse…. Así puede usted preguntarle al niño: ¿Qué nos toca hacer ahora según el horario? Para niños mas pequeños la formula es: ahora nos toca hacer…. De está forma tú no serás quien mande sino que serán las propias rutinas acordadas en familia quienes lo hagan.
- Entiende que puede ser necesario enseñarle a un niño la misma cosa una y otra vez antes de que haya madurado lo suficiente como para comprender. Se paciente. Minimiza tus palabras y maximiza tus acciones. No te tomes el comportamiento del niño como algo personal y evita pensar que tu hijo quiere volverte loca, o que es malo o rebelde. Continúa siendo el adulto en cualquier situación y haz lo que sea imprescindible hacer sin sentimientos de culpa o lastima.
- Entiende que tu actitud será la que determine si tu relación con tu hijo será un campo de batalla o una relación cálida y firme en la que tu hijo o hija pueda explorar y desarrollarse dentro de unos limites apropiados.
Tu trabajo a estas edades es pensar en tí mismo como en un entrenador y ayudar a tu hijo a tener éxito y aprender cómo se hacen las cosas. También debes ser un observador, que trabaja en aprender quien es tu hijo, una persona única..
Cuando uno comprende que los niños realmente NO ENTIENDEN la palabra NO del modo que pensamos que deben hacerlo, empieza a tener sentido utilizar la distracción, reconducción o cualquier método respetuoso de Disciplina Positiva
Por último quiero compartir contigo una actividad que te mostrará el desarrollo intelectual y ayuda a comprender porque los niños no entienden algunos conceptos como la palabra NO. (CAPACIDAD DE ABSTRACCION)
- Fabrica dos bolas de plastilina del mismo tamaño, y muéstreselas a un niño de menos de 3 años. Haz ajustes poniendo o quitando plastilina hasta que el niño esté de acuerdo en que son del mismo tamaño. En ese momento, y en presencia del niño aplaste una de las bolas. Pregúntale si siguen siendo del mismo tamaño. El niño te dirá que no, y te dirá cual piensa que es de mayor tamaño. Un niño de cinco años será capaz de decirte que son del mismo tamaño y porque.
- Llena dos vasos de agua iguales, hasta la misma altura. Haz los ajustes necesarios hasta que el niño esté de acuerdo en que tienen la misma cantidad de agua. Luego vierte el contenido de uno de los vasos en otro vaso largo y estrecho, y el del otro vaso en un vaso ancho y bajo. Pregúntale al niño si siguen teniendo la misma cantidad de agua. Te responderá que no, y te dirá cual tiene más agua. Un niño de 5 años, te dirá que si, y te explicará la razón.
Estas actividades te pueden también servir de orientación para poner en práctica en tu hogar un rincón para la calma si es apropiado hacerlo por su desarrollo madurativo, puedes encontrar más información en este artículo
«¿Te ha parecido útil este post? si crees que son interesantes las herramientas e información que te he presentado, o si conoces alguna otra, déjame tus comentarios.
¿Quieres seguir profundizando en crianza respetuosa?
Para cualquier consulta, contratar talleres de Disciplina Positiva para familias o educadores, en ampas, centros educativos ponte en contacto a través de nuestro email en info@relacionesenpositivo.com o de nuestro formulario de contacto haciendo click aqui
Para recibir información de recursos gratuitos y más información sobre cómo educar con respeto visita mi web y suscríbete aqui
Carmen Fernández Rivas
Educadora Certificada en Disciplina Positiva para Padres y en el Aula (CPDPE) & (CPDCE) por la Positive Discipline Association EE.UU.
Fundadora de Padres Ayudando a Padres
Coach especializada en familia e inteligencia emocional
Asesora Educativa y Cuentoterapeuta
También puedes encontrarme en Redes Sociales en los siguientes enlaces:
Educación Positiva para el Aula
Talleres de formación en Disciplina Positiva para Colegios y Ampas
formacionfuturospadres
Gracias por todas la buenas ideas compartidas